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domingo, 30 de septiembre de 2012

Somos como niños

No mal interpretéis el titulo, cuando digo "somos como niños" me refiero a que los runners, los y las, tenemos espíritu de niño, da igual el tiempo que haga o lo que duela, salimos a correr como sea, lo único que nos diferencia de los niños aparte de la edad es que tenemos responsabilidades y las llevamos acabo.

Soportamos con relativa estoicidad los días o periodos de descanso, pero cuando toca salir a correr somos como un animal enjaulado, necesitamos salir y salimos.

Cuando nos lesionamos pataleamos directamente.

El viernes era uno de esos días grises y lluviosos, el objetivo de los 100 km mínimos mensuales estaba al alcance de la mano (96,7 km) y había unas ganas increíbles de rememorar aquellas tardes de enano en edad colegial haciendo deporte lloviera, nevara o granizara.



Aprovechando una pequeña ventana de tiempo en la que parecía escampar, me lance a la calle ataviado con el uniforme de invierno, es decir, la chaqueta windtex de siempre, que mientras corría pensaba, "Joder, la he sacado mas partido corriendo que montando en bici".

Soledad absoluta en el parque, solo una par de abuelos paseantes ataviados con sus paraguas, los cuales me miraban y aseguro que al verme pensarían, "no hay días para correr, este esta gilipollas", ya en la segunda vuelta me cruzaría con un intrépido runner.

Dada la cantidad de agua que caía, con el parque blando y lleno de "piscinas" me plantee como objetivo dar al menos una vuelta al citado Pradolongo, 5 km a un no mal ritmo para mi, 5:37, tras dar la primera vuelta y ya mojado, que no calado, me lance a por otra vuelta de 5 km, total, ya estaba mojado.

Uno de los trucos que uso par correr cierta distancia es alejarme al máximo del punto de inicio, por muy lejos que estés tendrás que volver, estrategias mentales que se dice.

La segunda vuelta fue especialmente dura, sin dejar caer el ritmo, la fuerte lluvia empezó a hacer mella psicológica, empecé a entender a los l@s runners que hablan de la "mella psicológica" que hace la lluvia en las carreras, sobre todo de larga distancia, según pasaban los metros, la pisaba iba siendo mas irregular y con menos tracción, kilómetro 10, se acabo y empatando con la anterior, a 5,37 min/km.

Al final, empapado pero contento, vuelta a casa y sin estirar de cabeza a la ducha, eso o una pulmonía, 10 km para 56 min y 86 kg en la bascula.



Empezamos otro mes, cuenta kilómetros reseteado, la fascia dando la lata y yo dándole guerra.

Seguiremos informando.

Un saludo y los que me leéis, de corazón, GRACIAS



4 comentarios:

  1. Que gustazo cuando te sale una sesión así. Efecto Conan lo llamamos un colega y yo. Y anda que no dura el efecto...

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    1. La mente cada dia se hace mas fuerte y pasamos de sufrir a disfrutar.
      Un saludo Ruben

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  2. espíritu runner le llaman. je, je... el tiempo es lo q pasa cuando uno corre. enhorabuena.

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    1. Buena frase amigo, y casi siempre pasa tan rapido que no te da tiempo a interpretar todas las sensaciones que sientes.

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